Reflexionar


Todo lo que escribo cuando me enojo porque me quitan la tele... 

Hoy viví un día pesado en emociones...       Hoy enterraron a un tío, al papá de una familia joven y bonita, al papá de mis primos más cercanos. La empatía nos hizo sentir junto con ellos sus emociones, bueno un porcentaje de ellas, no hay como quien lo vive en carne propia... 

Estuve ahí para apoyar a mi prima y ahijada,   la niña que admiro más, estuve ahí apoyando a la niña más fuerte que conozco, en su momento de más debilidad que ha enfrentado.

Estuve ahí para ser su hombro de lágrimas y tratar de transmitirle paz,  no hay palabras en realidad que aligeren, una niña de 14 años perdiendo a un padre de 48 años es tan antinatural. De mi boca no salieron muchas palabras, con humildad entendí que solo podía ofrecer mi compañía y que la paz llegaría sola con el tiempo. 

Estuve presente el día en que la vida le arrojó la pelota más difícil que ha visto y para la que jamás entrenó (conscientemente), el día que perdió a su papá y también estuve hoy, el día en que lo enterró. 

Y justo hoy me vengo a acostar y la emoción que más predomina de este día es el enojo, pero no enojo por lo que están viviendo mis primos, enojo porque me quitaron la tele... Todo por impaciente y no aceptar la vida como es y sobre todo por no valorar el presente.

Me movieron del sillón, donde me disponía a relajarme del largo día, a ver ahora sí mi programa del momento favorito, minutos antes estuve sentada con mi papá viendo la tele. Sentada con MI PAPÁ viendo una serie, es para haberme levantado del sillón cuando mi papá se levantó, con emociones encontradas por mis primos y por lo feliz y agradecida que estoy de poder seguir conviviendo con el mío. 

Pero no, a mi prima le quitaron a su padre y a mí me quitaron la tele. Y yo me dejé consumir por mis propios ruidos y dejé crecer el enojo dentro de mí. Aunque sé que toda emoción es válida, esta de verdad la siento tan sentido. Es importante reflexionar que emociones tienen peso y cuales no. 

Ya que pude dejar ir el enojo pude recordar lo realmente importante: 

La bendición que es la familia, lo importante que es valorarla y estar para tus seres queridos cuando te necesitan. 


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