Descubrirme
Me gusta descubrirme en escenarios que habían quedado atrás, escenarios en los que soy fuerte y mi voluntad me lleva hacia adelante.
Me gusta descubrirme conectando con esa parte mía que es fuerte y sana y todo lo puede, esa parte que por grandes lapsos de tiempo se ha quedado perdida, hundida dentro del agua.
Me gusta descubrirme corriendo, alimentándome bien, haciendo rutinas, escribiendo, cuidándome...
Me gusta descubrirme bailando en la regadera, conectando con esa Mónica que no le da miedo hacer el ridículo y sabe que es seguro mostrar esa parte de su esencia.
Me gusta descubrirme en escenarios fuera de la zona de confort, como de confiar en mí por lo que soy y no por mi apariencia, descubrirme confiando en una Mónica en camino de transformación donde decide ser segura por su caminar y no hacerse chiquita por los logros de alguien más ni sentirse opacada, confiando en sus propias fortalezas y lo que ha construido. Una Mónica que decide ser más libre de emociones negativas y confiar en la paz de vivir desde el amor propio.
Me gusta descubrirme inspirando a través de mis vivencias y de lo poquito o mucho que sé, descubrirme resignificando (si es que existe esa palabra) mis batallas para usarlas como gasolina para impulsarme y no como anclas que paralizan.
Me gusta descubrirme soltando lo que no me corresponde, las energías y problemas que no me pertenecen para encontrarme con una Mónica cuidando su paz con sanos límites.
Me gusta descubrirme poniéndome como prioridad y entendiendo que únicamente somos responsables de nuestros actos o palabras y no de como lo entienden o ven las demás personas.
Me gusta descubrirme queriendo vivir más en mi propia piel, brillando por quien soy y no limitándome para agradar o no molestar a seres queridos.
Me gusta descubrirme siendo yo misma, en mi esencia completa, como regalo de libertad a mí y a los demás.
Me gusta descubrirme dando rienda suelta a mi creatividad, por gusto y confiando en compartirlo cada vez más.
Me gusta descubrirme imaginando proyectos de vida que pueden sonar muy visionarios o imposibles, descubrirme trabajando por ello por más grande o desconocido ese camino sea.
Me gusta descubrirme confiando en que la vida me depara grandes satisfacciones a mí también, descubrirme creyéndome merecedora de sucesos buenos, teniendo más fe en que yo también puedo vivir plena y satisfecha con la vida.
Me gusta descubrirme siendo feliz.
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